In Emprendedor, Profesional, Universitario

A veces hablar mucho sobre emprendimiento transmite una imagen de soñador, pero en este caso escribo animado por mis experiencias con el objetivo de poder ayudar…

Levantarse cada mañana con energía y motivado por las grandes oportunidades que ofrece internet es algo que cuesta aceptar cuando uno no confía mucho en el mundo online. Actualmente veo como gente muy preparada termina sus estudios y preparan sus currículums con muchas ganas de trabajar y con la motivación necesaria para aportar mucho más que otros a la sociedad.

Pero, ¿qué está fallando cuando después de medio año ninguna empresa se pone en contacto con las jóvenes promesas?

Un recién titulado o incluso cualquier profesional que empieza en el mundo laboral y tiene una amplia formación en algún campo, puede estar muy preparado, pero muchas veces espera que los métodos tradicionales de buscar trabajo funcionen y que le llamen de una empresa para trabajar sin pensar en otras posibles oportunidades que puede conseguir a través de internet.

Estamos cansados de oir que no hay trabajo y que la crisis es un impedimento para avanzar, pero la verdad es que internet es una gran ventana de oportunidades y los profesionales ahora estamos empezando aprovechar esas oportunidades y a falta de formación en emprendimiento salimos adelante con mucho esfuerzo y ganas de trabajar de lo que estudiamos.

Pasearse por un centro comercial y ver tantos titulados trabajando en puestos para los que están sobrecualificados denota una vez más que la cultura del emprendimiento asusta y no es la opción que nadie recomienda, aunque cada vez haya más cultura de emprender e información de influencers que ayudan a otros profesionales a labrarse un camino.

En los últimos años ha aumentado el número de emprendedores y ese miedo a emprender se ha transformado en un riesgo motivador, pues parece que para muchos vale más la pena emprender y poder fracasar que no intentar nada y quedarse igual de parado.

Desde mi experiencia puedo reconocer que emprender es algo que se aprende emprendiendo, aunque haya programas que pueden hacer el camino más ágil y rápido, a mi como a muchos otros, no me lo enseñaron en la universidad. Es verdad, para emprender hay que perseverar mucho para conseguir resultados y a veces no cobrar para empezar a trabajar… Es muy respetable ver profesionales sobrecualificados trabajando en puestos inferiores a sus estudios ya que no todo el mundo tiene ganas de emprender.
Quiero apoyar y motivar a todos aquellos profesionales que luchan por sus sueños, que tienen inquietudes, una pasión que justifica cualquier esfuerzo. Yo también trabaje en muchas cosas que no me motivaban y finalmente todo me condujo a seguir intentando luchar por lo que me gustaba hacer cada día.

Es cierto, a veces es muy difícil creer en uno mismo, y nos agobiamos pensando que no podemos conseguir construir nuestros propios proyectos. Pero el problema es que salimos de la universidad y no pensamos en la posibilidad de empezar nuestro propio proyecto y malgastamos nuestro valioso tiempo viviendo la vida de otro, el sueño de otra persona con su empresa o proyecto… Piensa que cuándo te levantes y dediques tu jornada laboral a trabajar en lo que más te estimule, te darás cuenta de que eres la persona más rica del mundo.

No voy a engañar a nadie, la competencia es grande y el camino no será fácil, pero si realmente te apasiona aquello por lo que luchas, dedicaras muchas horas para hacerte un hueco en el mercado y conseguirás salir adelante orgulloso de ti mismo. Sólo cuando crees que lo imposible es posible, tienes más posibilidades, y eso sucede… Da igual lo que digan los demás, sigue tu intuición y no fallarás, no busques empleo de forma tradicional, si consigues emprender y ser bueno tarde o pronto te encontrarán. Piensa que cada minuto que pasa es una oportunidad de cambiarlo todo. Apuesta por lo que te gusta hacer y en el futuro te veras trabajando por lo que apostaste.

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